Con independencia de trámites y procedimientos legales, quienes estamos vinculados al proyecto que adoptó el nombre de Asociación de Mariscadores de Corrales de Chipiona “Jarife” desde sus inicios siempre establecemos su nacimiento en una tarde a finales de 1998, cuando un grupo de amigos tomamos la decisión de formalizar una figura jurídica capaz de actuar ante las distintas Administraciones Públicas para, entre otros objetivos, conseguir un reconocimiento y una regulación normativa para lo que hoy se define legalmente como “pesca a pie”, pero que para nosotros siempre fue, es y será el marisqueo tradicional.

Como en todas las decisiones, siempre existe una vinculación causa-efecto. ¿Cuál fue el detonante para iniciar esta difícil andadura y todo cuanto conlleva? Sencillo. En aquellas fechas los practicantes de la actividad de pesca a pie o marisqueo empezaron a ser sancionados por realizar algo que habían llevado a cabo durante toda su vida sin que, hasta ese momento, se les aplicara ninguna restricción.

La base legal para dicha persecución venía dada por la normativa entonces en aplicación, en especial por la Orden de 19 de noviembre de 1984, de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, por la que se creaba el carnet de mariscador y la licencia de marisqueo para la Comunidad Autónoma Andaluza, y la Resolución de 12 de febrero de 1987, de la Dirección General de Pesca de la Junta de Andalucía, por la que se establecían las normas marisqueras que regían la actividad marisquera en el litoral andaluz (junto a las que habría que considerar, posteriormente, la Ley 1/2002, de 4 de abril, de Ordenación, Fomento y Control de la Pesca Marítima, el Marisqueo y la Acuicultura Marina, y la Orden de 24 de septiembre de 2008, por la que se regula la obtención, renovación y utilización de los carnés profesionales de marisqueo a pie en el litoral de la Comunidad Autónoma Andaluza).

Todas dichas normas consagran el marisqueo como una actividad exclusivamente profesional. Así pues, cualquier persona que no estuviera debidamente acreditada estaba actuando fuera de ordenación normativa. ¿Qué pasaba pues con nosotros? ¿Acaso ya no podíamos seguir efectuando nuestra actividad tradicional?

Este fue el auténtico germen y el momento quizá más difícil en el ámbito de cualquier cuestión: adoptar la decisión. Lo demás solo fue cuestión de trámites y más trámites, como podréis comprobar a continuación

Estas primeras gestiones fueron muy tímidas, apenas en la forma de unas solicitudes, un manifiesto y una recogida de firmas en apoyo a la figura del marisqueo tradicional que, de manera sorprendente para nosotros, recibió un masivo apoyo entre la población: un total de 878 personas decidieron apoyar esta iniciativa popular.

Es justo señalar en este momento que gran parte de este impulso inicial vino dado por la valiosa colaboración de tres entidades previamente existentes: el Club de Actividades Subacuáticas “Nautilus”, el Grupo Ecologista C.A.N.S. (Club de Amigos de la Naturaleza “Scipionis”) y la “Tertulia Pesquera El Barrero”.

Aquel primer intento, como otros muchos que le siguieron, aportaron pocos resultados prácticos, pero fue creando la base que daba a conocer que un “algo” se venía moviendo en nuestra localidad en defensa de una de nuestras características y de la que quizá resulte nuestra tradición más antigua.

El apoyo moral que supuso este apoyo masivo, así como la falta de concreción y resultados prácticos de este trámite, nos animó a abordar la tarea de proceder a la constitución formal de una figura jurídica. El primer paso para ello fue sondear la intención y voluntad de los seguidores de esta actividad de unirse a este proyecto.

Durante algunos meses se llevó a cabo un proceso de pre-inscripciones, que contó con un éxito absoluto: en total se llegó a las 364 pre-inscripciones, un número nada desdeñable habida cuenta el número de habitantes de nuestra localidad (unas 18.000 personas censadas) y, en términos absolutos, una cuantía de afiliaciones que superaría con creces a la de cualquier otra asociación local.

Simultáneamente fue designado un grupo de voluntarios bajo la forma de Junta Gestora que comenzaron a dar forma al texto de lo que posteriormente se convertirían en los Estatutos Sociales, un trabajo de cierta importancia porque alcanzaba más allá de lo que son unos Estatutos ordinarios al tener que prever circunstancias muy específicas (sistema de adjudicación de corrales de pesca o régimen disciplinario interno, por ejemplo).

El apoyo generalizado que se adivinaba al proyecto por la cuantía y rapidez de pre-inscripciones (cuando se adoptó en firme la decisión de llevar a cabo la constitución de la entidad ya se habían superado las 200 pre-inscripciones, alcanzándose en pocas semanas más el número total antes descrito) nos hizo dar el paso definitivo: proceder a la constitución formal de una asociación.

Formalmente, así pues, la Asociación de Mariscadores de Corrales de Chipiona “Jarife” se constituyó el 24 de abril de 2000, quedando también aprobados los Estatutos redactados por la Junta Gestora, siendo inscrita en el Registro Especial de Asociaciones de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz en fecha del 21 de junio siguiente con el número 5.873.

Una vez autorizados nuestros Estatutos e inscrita la entidad en el Registro correspondiente (que hoy habría que entenderlo referido al Registro de Asociaciones de Andalucía, dependiente del Servicio de Justicia de la Consejería de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía) procedimos a su registro en Hacienda mediante la obtención del C.I.F. (trámite que tuvo lugar el 3 de julio de 2000)

Con todos los trámites de constitución y registro finalizados se inició seguidamente el proceso de afiliación definitiva de socios/as, que lógicamente aún se mantiene hasta el día de la fecha, habiendo superado ya el número de 600 inscripciones, aunque el número de socios/as en activo sea algo inferior por razón de las lógicas bajas que también han tenido lugar en el transcurso de estos años.

Alcanzado este nivel, no obstante, no se concluyeron las tareas administrativas que han ido dotando a la Asociación de Mariscadores de Corrales de Chipiona “Jarife”, por un lado por la necesidad de tener que ir adaptándose a los cambios normativos que se han ido registrando en nuestro ordenamiento jurídico y, por otro, por el hecho de que se han ido creando nuevas figuras a las que hemos resuelto adscribirnos resueltamente.

Uno de estos cambios, y quizá de los de mayor importancia, vino dado cuando fue promulgada la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.

Efectivamente, el derecho de asociación está consagrado por nuestra Constitución de 1978 como uno de los derechos fundamentales dentro de nuestro Estado. Esta naturaleza, por lo tanto, exige que sea regulado por una norma con rango de ley y que ésta, además, revista condición de ley orgánica

No obstante, hasta ese momento, la regulación de este derecho venía siendo dado por la Ley 191/1964, de 24 de diciembre, de Asociaciones, aún en vigor pese a su nacimiento pre-constitucional, norma bajo la que nació y fue constituida la Asociación de Mariscadores de Corrales de Chipiona “Jarife.

La promulgación de la nueva Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, y de acuerdo con sus propios contenidos, hizo necesario que todas las entidades pre-existentes adaptaran el contenido de sus Estatutos a esta nueva norma.

“Jarife” inició los trabajos correspondientes a esta reforma en dos sentidos simultáneos: por un lado para cumplir el dictado de la nueva Ley Orgánica y por otro para realizar modificaciones propias a los Estatutos Sociales hasta ese momento en vigor a fin de incluir pequeños cambios que se habían demostrado necesarios pese al cuidado con que se llevó a cabo la redacción inicial, según había demostrado la experiencia transcurrida durante aquellos primeros años de funcionamiento.

Los nuevos Estatutos Sociales, es decir, los que se encuentran en vigor a día de hoy, fueron aprobados por acuerdo de Asamblea General Extraordinaria de Socios que se celebró en la jornada del 18 de mayo de 2004. Una vez presentados fueron debidamente autorizados en fecha del 24 de noviembre de 2005 por resolución de la Delegación provincial en Cádiz de la Consejería de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía.

Otro de los cambios documentales importantes que tuvieron lugar con el transcurso del tiempo fue la adaptación de nuestra Asociación a la normativa de protección de datos de carácter personal, principalmente determinada por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal, por su Reglamento de desarrollo (aprobado por Real Decreto 1.720/2007, de 21 de diciembre) y por el Reglamento de Medidas de Seguridad de los Ficheros Automatizados que Contengan Datos de Carácter Personal (aprobado por el Real Decreto 994/1999, de 11 de junio).

Esta obligación fue cumplida mediante la aprobación del correspondiente Documento de Seguridad (en primera instancia mediante acuerdo adoptado por la Junta Directiva en la sesión celebrada en fecha del 18 de enero de 2007 y posteriormente, ya con carácter definitivo, mediante acuerdo unánime alcanzado por la Asamblea General de Socios en la sesión celebrada con fecha del 27 de febrero de 2007) y con la inscripción de nuestros ficheros en los que constaran datos de carácter personal (Socios, Cobros, Catadores y Junta Directiva), extremo éste que fue confirmado por la Agencia Española de Protección de Datos en fecha del 19 de enero de 2007.

Finalmente, la más reciente adaptación documental, ya ésta de carácter voluntario, vino dada por la creación de una Sección de Voluntariado.

La creación de esta Sección tuvo lugar por acuerdo de la Asamblea General de Socios celebrada en fecha del 20 de febrero de 2009, dándose además aprobación simultánea al texto de nuestro Reglamento Interno sobre Voluntariado.

Con fecha de 27 de marzo de 2009 se formalizó la solicitud a la Agencia Andaluza del Voluntariado, dependiente de la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía, para la inscripción de la Asociación de Mariscadores de Corrales de Chipiona “Jarife” en el Registro General de Entidades de Voluntariado de Andalucía como entidad organizadora de programas de acción voluntaria en las áreas de medio ambiente y patrimonio histórico.

Tras tratamiento de dicha solicitud, por resolución del Director General de la citada Agencia Andaluza del Voluntariado de fecha 22 de mayo de 2009, la Asociación de Mariscadores de Corrales de Chipiona “Jarife” quedó inscrita en el Registro General de Entidades de Voluntariado de Andalucía con el número 1.375.

En cualquier caso, a esta Sección de Voluntariado se dedica íntegramente el contenido del apartado “SECCION DE VOLUNTARIADO MEDIO-AMBIENTAL” de esta web, donde se puede localizar toda la información relativa a la misma.

Indicar tan solo, que la creación de esta nueva Sección de Voluntariado hizo necesaria la inscripción de un nuevo archivo con datos de carácter personal (el quinto), bajo la denominación “Voluntarios”, así como la correspondiente modificación al Documento de Seguridad. Esta nueva inscripción de archivo fue confirmada por la Agencia Española de Protección de Datos en fecha del 23 de marzo de 2009.

Recientemente la Asociación ha reiterado su inscripción en el Registro Municipal de Entidades Ciudadanas. Además, y también en cuanto a su relación con el Ilmo. Ayuntamiento de Chipiona, esta entidad forma parte como miembro de pleno derecho del Consejo Local de la Pesca, del Consejo Local de Medio Ambiente y de la Mesa del Turismo.